El cacao criollo es nativo de América Central y del Sur. Es una de las variedades de cacao más antiguas, raras y finas del planeta. Pero es particularmente difícil de cultivar y extremadamente vulnerable a una variedad de amenazas ambientales.
En 2008, para proteger esta antigua y amenazada especie, Puratos compró 140 hectáreas de tierra cultivable en Ticul, en el estado de Yucatán, México. Con la plantación de más de 100.000 árboles allí, no sólo para producir un chocolate con propiedades de sabor único, sino también para preservar la ecología y la biodiversidad de la zona, proporcionando un refugio para una amplia gama de vida silvestre.
El proyecto también proporciona un entorno de trabajo seguro y estable para las comunidades locales, ofreciendo a los trabajadores la oportunidad de entrenarse en métodos poscosecha que les permitan preparar un buen cacao fermentado.
Hoy, el proyecto en Tikul tiene dos partes:
• La innovadora plantación de 740 acres / 300 hectáreas, que crece y salvaguarda al cacao criollo, una de las especies de cacao más antiguas, raras y finas del mundo.
• El Ecomuseo del Cacao donde los turistas pueden aprender sobre el cacao y la cultura maya local. Fue inaugurado en 2011.
Actualmente, la plantación de cacao proporciona refugio para una amplia gama de plantas y animales locales. Uno de nuestros objetivos, sin embargo, es construir sobre esta biodiversidad, plantando más de 100,000 árboles adicionales.
También pretendemos ayudar a la población local asegurando que la plantación y el Ecomuseo contribuyan directa e indirectamente al empleo y que garanticemos un entorno de trabajo seguro. Finalmente, queremos que el proyecto ayude a los artesanos locales promoviendo la relación entre el cacao y la cultura maya. De esta manera, aspiramos a garantizar un futuro sostenible para todos aquellos vinculados a la producción de cacao.
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